Invertir en cualquier obra nueva conlleva un riesgo importante, ya que hablamos de rentabilidad a largo plazo y puede pasar bastante tiempo hasta que empiece a generar ganancias. Además, el espacio disponible para esta clase de construcciones es cada vez menor, lo que dificulta todavía más la operación. Hoy en día, la mejor alternativa es un edificio en rentabilidad.
Esta opción te permitirá amortizar el gasto desde el primer momento. Esto significa que invertir en un edificio de este tipo te ofrece un rendimiento inmediato, algo que de otra forma no sería posible.
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Qué es un edificio en rentabilidad
En primer lugar, has de saber que, en la actualidad, esta clase de operaciones son cada vez más frecuentes en el sector inmobiliario. Se trata de viviendas que, debido a la actividad que se realiza en ellas, te proporcionan beneficios desde el momento inicial.
Podemos encontrarnos oficinas, pisos destinados a la actividad turística, tiendas, estudios o cualquier otro negocio con una aplicación comercial.
Como es lógico, la rentabilidad del edificio repercute en el precio de venta, aunque no es una cuestión que deba preocuparte en exceso. Otra aspecto que no has de pasar por alto es qué entendemos por una buena rentabilidad.
Algunos defenderán que basta con un 5 %. Para otros, solo podemos hablar de una rentabilidad aceptable si está sobre el 8 %. La verdad es que depende de cada uno. Además, factores como la localización del inmueble también tienen su importancia, ya que, por ejemplo, los pisos de uso turístico te permitirán obtener un mayor rendimiento.
Consejos importantes para invertir en un edificio en rentabilidad
Si un edificio en rentabilidad ofrece unos ingresos de antemano porque allí se desarrolla una determinada actividad, lo primero que debería interesarte son las ganancias demostrables de ese inmueble. Por eso, el vendedor ha de acreditarte ese dato, ya que es el principal foco de interés de la vivienda.
Además, es fundamental que te fijes en la actividad que se desarrolla y el equipamiento del que dispone. Por ejemplo, a un inmueble turístico le daremos más valor si incluye piscina. A unas oficinas, si hay aparcamiento para los trabajadores o están bien comunicadas.
Algo parecido ocurre con la localización, algo que también será clave a la hora de sacar la máxima rentabilidad posible. Has de estudiar bien la zona donde se encuentra (sobre todo, si hay otros negocios similares) y el estado del edificio en relación a la inversión que vas a llevar a cabo.
Busca un precio acorde al mercado con el plus de la rentabilidad y, por supuesto, analiza al inquilino que ocupa la vivienda. Debe ser de total confianza y garantizarte una óptima rentabilidad.
Por qué invertir en este tipo de inmuebles
Como te comentábamos al principio del post, la inversión en inmuebles de rentabilidad te garantiza un rendimiento desde el primer momento sin la necesidad de estar buscando inquilinos. Con una construcción en obra nueva cada vez más escasa, se trata de una excelente oportunidad.
Estamos ante un tipo de inversión que será un win-win, ya que habrás adquirido un edificio muy interesante y, además, obtendrás un rendimiento inmediato (la clave del éxito de cualquier inversión).
Ahora que ya sabes qué es un edificio en rentabilidad, quizás te estés planteando invertir en inmuebles bajo estas condiciones. No olvides la importancia de dejarte asesorar por expertos en la cuestión que te ayuden a encontrar el edificio que mejor se adapte a tus objetivos. Seguir sus consejos es la mejor forma de asegurarte excelentes resultados, ya que, gracias a la rentabilidad de estos edificios, no tardarás en amortizar cualquier desembolso que realices.
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